Romería de San Blas

La tradicional romería de San Blas cuenta con más de un siglo de antigüedad, tal y como queda reflejado en referencias del Marqués de Molins, quien afirma, en 1874, el aprovechamiento de esta festividad por los mozos para “el ojeo”.

Con anterioridad a la celebración de dicha romería, los moraleños festejaban, en el mismo lugar, el día de Santiago y Santa Ana, nombre original, este primero, de la popularmente conocida en la actualidad como ermita de San Blas.

Fue a partir de la donación de la primitiva imagen de San Blas, desaparecida durante la Guerra Civil Española del 36, y podemos observar en la presente fotografía, cuando se comienza con una tradición que, año tras año, todos los moraleños esperan con gran ilusión, reuniendo a miles de personas durante todo un fin de semana.

Hoy día, se lleva a cabo la romería el primer fin de semana de febrero pero, hasta fechas relativamente recientes, se venía celebrando en su día, el 3 de febrero, precedido por la Candelaria, con la subida al Cerro San Cristóbal para comer el hornazo, y continuado con los días de Resamblas, Resamblasillo y el Más Chiquitillo, cambiando el lugar de reunión de los romeros por el paraje del Pozo de las Chapas.

Signo de identidad de estos días es la gargantilla que cuelgan todos los romeros en sus cuellos, previamente bendecida y pasada por el mando del santo para que este proteja la garganta de quien la lleva.

(Fotografías obtenidas del Facebook "Romería de San Blas")